Historias Inspiradoras
Gabriela, Niña – 15 Meses
Cuando nuestros médicos visitaron por primera vez a la bebé Gabriela en su casa, ella no se rió ni arrulló ni se involucró con los adultos en su vida. La madre de Gabriela era una joven madre por primera vez y había sido remitida a nuestro programa de Nacimiento a Cinco años debido a problemas de enojo. Con frecuencia se enfadaba mucho, tiraba cosas y discutía en voz alta con su esposo, el padre de Gabriela. Luchó por jugar con su hija o incluso mostrarle afecto.
En nuestro programa de Nacimiento a Cinco, los médicos a menudo descubren que los padres de un niño tienen su propia experiencia de trauma, que debe abordarse para que se puedan establecer patrones saludables de cuidado y amor entre el bebé y el padre. La madre de Gabriela le reveló a un terapeuta que su padre la había traumatizado físicamente cuando era niña. Cuando era adolescente, también había sido agredida sexualmente por un tío y había sido molestada. Su propio dolor e ira estaban creando una barrera entre Gabriela y ella misma, pero ella quería ayuda. “Quiero aprender a amar a mi hija”, le dijo a su terapeuta.
La terapeuta trabajó intensamente con Gabriela y su madre juntas. Ella le enseñó a su madre habilidades básicas de crianza, tales como cómo relacionarse con Gabriela, hablar con ella, demostrarle afecto y jugar con ella. ¡Y los resultados fueron gratificantes! Gabriela finalmente se volvió receptiva y se conectó con su madre.
Después de reparar el vínculo entre Gabriela y su madre, el terapeuta trabajó individualmente con la madre de Gabriela para procesar su trauma. Para aprender a amarse y perdonarse a sí misma, la madre de Gabriela tuvo que aceptar que lo que había sufrido de niña no era culpa suya.
Debido al apoyo y la asesoría que recibieron en VIP, la familia de Gabriela ha experimentado un cambio real. La madre de Gabriela ahora tiene una fuerte relación con su hija y su esposo. Ahora la madre y el padre de Gabriela trabajan en equipo para criar a su hija juntos. Y Gabriela está creciendo con el afecto de una madre que ama jugar con ella y llevarla a pasear. La madre de Gabriela no solo ha aprendido a amar a su hija, sino que también ha aprendido a amarse a sí misma.
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